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sábado, 5 de febrero de 2011

Te quiero.


Llevo muchísimo tiempo queriendo hacerle una entrada a alguien muy especial para mí, alguien que tuve durante nueve años y que, desgraciadamente, hoy no está aquí para leer esto que escribo. 
Cada día la recuerdo, recuerdo su sonrisa, recuerdo todo lo que fue y lo que es, cada día tengo su vivo recuerdo en mi cabeza, con delicadeza, por el miedo a que se me quite esa imagen de mi cabeza, la imagen que aún hoy y siempre seguirá viva en mi memoria. 
Se fue y no pude decirla adiós, no pude decirla todo lo que la quería, sólo se llevó un mísero dibujo con trazos de niña pequeña, un jarrón con unas flores sobre aquel papel, unas flores que marchitaron aquel octubre de 2002. Hace poco cumplí mis dieciocho y, como en cada fecha importante, la eché en falta, me faltaba ella, su abrazo, el abrazo de una madrina que te ve llegar a la mayoría de edad. Me gustaría tanto que volviera a sonar el teléfono, y descolgarlo, y que suene esa música que me ponía cada vez que llamaba desde el trabajo para hacerme sonreír y que mamá preguntara que quién llamaba y volver a decir aquello: "la tita madrina"...
Ojalá volviera a verla, ojalá pudiera volver a pedirla que me peine, que me hiciera esa coleta, en lo alto de la cabeza, esa coleta que ella hacía tan bien. Y volver a pasear de su mano, viendo como todo vuelve a ser normal. 
A lo mejor os parece una locura, pero muchas veces cierro los ojos, e imagino que esta ahí a mi lado, como si el tiempo no hubiera pasado...por eso, muchas veces, prefiero tener los ojos cerrados, ignorar lo que hay a mi alrededor y pensar que la tengo todavía. 
Hace nueve años que estoy intentando descubrir por qué le pudo pasar eso que le pasó a una persona tan buena, tan maravillosa, tan cariñosa...jamás me lo explicaré, porque hay tantas cosas que no tienen explicación, y una lágrima derramada sobre mi cara me dice que jamás lo sabré y que, hoy, como muchos otros días me encantaría poder abrazarla.
Cuando se fue yo era muy pequeña, pero jamás olvidaré cada una de los momentos vividos a su lado. Porque nunca, jamás podré quitarme la espinita de no haberla dado un beso de despedida, de haberla dicho que la quiero, que no se fuera, que se quedase a mi lado. Pero lo que si se es que siempre la querré, esté donde esté, y si desde donde está, está viendo lo que escribo, y lo lee línea a línea, hoy quiero que lea, que su ahijada nunca la olvida. 
Y si me escuchas hoy te grito que te quiero, y te digo que se, que esa estrella que hay en lo alto del cielo, la que está al lado de la luna, esa que brilla con tanta fuerza, y que se ve desde cada lugar, esa está ahí por ti, por eso me gusta tanto mirarla, me recuerda a ti, la fuerza con la que brilla es la fuerza que aquel día se apagó, esa estrella, eres tú y me da seguridad, me ofrece cariño cada vez que la miro, por eso estoy tan segura de que estás en lo alto del universo. 
Te quiero.

1 comentario:

  1. Seguro que desde donde este te protege y sabe lo mucho que la quieres y que la recuerdas.
    Te quiero peque

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