Y es justo ahí, en ese instante...cuando miras hacia atrás y te das cuenta de lo rápido que pasan las cosas, casi no te da tiempo a percibirlas, a sentirlas...y cuando te acuerdas de ellas las añoras como si hubieran sido ayer.
Porque te das cuenta de que ayer ya está muy lejos...pero siempre te quedan esos buenos tragos con los que sonríes cuando se reflejan en tu mente...y sobre todo te das cuenta que no los cambias por nada del mundo y que no te arrepientes de haber estado ahí, en ese momento y en ese lugar del mundo...al igual que descubres que un amigo es para toda la vida...a pesar de cada diferencia...porque cada recuerdo que añoras es un sentimiento que afloró en tu piel...y que hoy sabes que pase lo que pase...va a estar ahí.
El tiempo hace que veas las cosas de distinta manera...pero los recuerdos siempre serán los mismos...y si algo sé es que tenemos una mente selectiva... sólo se queda con aquellos recuerdos que de verdad fueron importantes y que nos hicieron sonreír de algún modo.
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